El dóberman seguía corriendo de un lado a otro por
toda la casa. Cada vez que escuchaba las zancadas de alguien, corría hasta el
patio. Enseguida divisaba al autor de las zancadas y emprendía a ladrarle. Como siempre, ladraba poco, y se le quedaba mirándole.
Aún le quedaban alimentos al dóberman. Solo que su amo
continuaba ausente. Por lo general no era común que se ausentara muchos días.
El dueño había calculado unas raciones de alimentos para equis días.
Siguieron pasando esos días. Los días no pasan por
gusto. A causa de la soledad aquel dóberman consumía más alimentos que cuando
su dueño se encontraba en casa. Como mascota, al fin y al cabo, necesitaba de
alguien, de algún amo que le pasara la mano por la cabeza y el lomo. También
necesitaba un baño cada mes. Y ya casi se estaba acercando el calculado y
prometido baño que se merecía como buena mascota que era.
Los dóberman son perros muy vigilantes. Vigilaba cada
centímetro de la casa. Seguía ladrando y mirando a los extraños caminantes que
rondaban la propiedad. Cada día que pasaba era un día más sin ver a su amo. Sin
recibir caricias. Así también disminuían las reservas de alimentos.
Poco tiempo después uno de esos vecinos que miraban
mucho los alrededores se dio cuenta que el amo del dóberman se había ausentado
demasiado tiempo. Comprendió que algo andaba mal. Que ya aquel perro en vez de
ladrar, aunque lo hiciera poco, ahora gemía, sí, gemía casi como una persona...
FRAGMENTO de El sinsonte cantor:
...En un nido de
un gigantesco árbol se encontraba un pichón de sinsonte. Sus padres se sentían
seguros de haber construido el nido en un lugar lejos de los humanos.
Estuvieron huyendo de la tala de árboles y creyeron que en ese árbol no habría
problemas.
El pichoncito se sentía muy solo. A veces trinaba
demasiado y su trino volaba por el aire en busca de sus padres. El pichoncito
se puso a recordar un consejo de su madre:
Mi pichoncito querido, cuando están volando aves o
algunas se posen en el árbol, deja de trinar para que no te descubran.
Pero el pichoncito recordó muy tardíamente ese
consejo. Había dejado de trinar. De repente, un ave muchísima más grande que
sus padres comenzó a merodear por el árbol.
El pichoncito creyó que con su silencio iba a burlarse
de aquella ave con un pico en forma de gancho que lo asechaba.
Aquella ave volaba y revoloteaba por el árbol. Se fue
acercando al nido. Fue metiendo su pico en los redondeles de pajas y plumas del
nido hasta que al fin lo vio.
El pichoncito rememoró otro consejo de sus padres:
Y recuerda esto también: cuando te descubra un ave,
vuela e intenta esconderte abajo, en un hierbazal, que yo o tu padre, te localizaremos con nuestros
trinos.
Pero tampoco pudo volar el pichoncito. Sintió las garras de aquella ave con un pico en forma de
gancho que intentaba desprender el nido. Quería que su cría lo presenciara vivo
a él, un pichoncito de sinsonte, para
practicar con sus piquitos en forma de ganchos e irlos introduciendo en su
cuerpecito carnoso y de pocas plumas...
6 comentarios:
Soy Oscar Garrido de Villabo, Colombia.. quiero saber si estos últimos cuentos contienen una moraleja para que los niñas sepan la lección, aprender a razonar en cada vivencia con sus semejantes
Amigo, Oscar, todos, los 12 cuentos embargan una moraleja donde cada niño o niña recibirá un mensaje al final de cada historia, y debo aclarar que son 12 cuentos con 12 historias diferentes. Así que a leerlos, y se ajustan a todas las edades porque cada adulto vivió esa etapa de la infancia. Gracias por su comentario...
Las tienen, Oscar, no ningún obstáculo para que no las veas
Sí las tienen.
Sí, Oscar, las tienen y fácil de distinguirlas
Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor ambiente, por favor comuníquese con el Dr. ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com también puede llamar o WhatsApp +2348052394128
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