tag:blogger.com,1999:blog-84971942740465217542024-03-12T15:58:02.648-07:00qUiNtA dE lA cAriDaD"Todos somos aficionados. La vida es tan corta que no da para más."
Charles Chaplin
(Literatura para niños, jóvenes, y adultos)Pedro Merinohttp://www.blogger.com/profile/12365215722587727135noreply@blogger.comBlogger14125tag:blogger.com,1999:blog-8497194274046521754.post-9250397035509964512018-11-22T08:16:00.000-08:002019-02-17T07:49:47.892-08:00Cuerpo de espiritu (novela de realismo magico, ciencia-ficcion, historica)<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYrzFFlohmvpUWR4Po7_KIxqh6GF607RC6X9usmTOaiAkdwd7IEEH1uNuAtqfL9wBXFDrKnPzXXyeULUeJwTTI1mIHgRkpHdrkZAmgeCN8ccx0GtR3KdEzSajbkiGsZH4XxbWF1vjm-uJT/s1600/cuerpo+de+espiritu.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="499" data-original-width="333" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYrzFFlohmvpUWR4Po7_KIxqh6GF607RC6X9usmTOaiAkdwd7IEEH1uNuAtqfL9wBXFDrKnPzXXyeULUeJwTTI1mIHgRkpHdrkZAmgeCN8ccx0GtR3KdEzSajbkiGsZH4XxbWF1vjm-uJT/s320/cuerpo+de+espiritu.jpg" width="213" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
Nota: clic sobre el titulo para ir AMAZON</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;"><a href="https://www.amazon.com/Cuerpo-esp%C3%ADritu-Spanish-Pedro-Merino/dp/1983377198/ref=tmm_pap_swatch_0?_encoding=UTF8&qid=1540651684&sr=1-1-fkmrnull">CUERPO
DE ESPIRITU</a>, fragmentos. Novela disponible en inglés.</span><br />
<br />
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;"><o:p></o:p></span><span style="text-align: center;"> VIDEO PROMOCIONAL: CUERPO DE ESPIRITU</span><br />
<div style="text-align: center;">
</div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/m4mCxnk9r8w/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/m4mCxnk9r8w?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Gary tosió
un poco. Había tragado un poco de agua. Volvió a coger el objeto. Le resbalaba
entre sus manos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pudo asirlo por una
parte que se había dejado coger como si fuera un pez ciguato o borracho. Por un
instante creyó que el objeto cobraba vida o tenía algo similar a baterías en su
interior que lo hacía moverse. Al rato lo perdía. Se le perdía a través del
roce con las yemas de los dedos. Febles no podía creer que pudiera ser un pez
extinguido o una nueva especie aún por descubrir. Juró que jamás había visto
algo así, atrapado entre arrecifes y luego emerger y moverse por las ondas del
mar y las suyas, sí, y las suyas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Se mueve,
¿se mueve?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">No, tío. Es
la corriente marina. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Gary se
reía como un muchacho que había encontrado un juguete extraviado. Solo que
ahora tenía que hacerlo suyo. De su propiedad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Claro que
sí, repetía, es mío, mío. Lo encontré yo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Para que
sea tuyo, expresó Febles, tienes que nadar hasta aquella orilla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Dónde...
¿allá?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Febles le
señaló un punto de la costa por donde podía acceder a un trillo. Desde el bote
tenía una mejor ubicación del itinerario. Le pidió calma a su sobrino. Que no
lo abandonaría, pero que no podía subir el objeto a bordo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Al cabo de
unos instantes, Gary se dio cuenta que el objeto reposaba sin preocupación como
él. Se había dejado domesticar como una mascota. Solo faltaba que hablara o
emitiera un gemido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Comenzó a
nadar como un profesional, con estilo libre, a la vez que empujaba con su
cabeza el objeto. Febles lo siguió mientras pudo. Por detrás del bote Gary nadaba
en dirección a una parte de la costa donde no se divisaba a ningún bañista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: left;">
Febles
desistió. Ya no podía cubrirlo más. Pensó que era copartícipe de un robo. De
algo que tenía que devolver. Recordó las veces cuando su sobrino le hablaba de
la fragata española Navegador. También dudó que ese raro objeto perteneciera a
ese barco español. Volvió a pensar en<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>tantas cosas que le dio unos dolores de cabeza. Creyó que todo le daba
vueltas: el bote, los guardacostas, su privilegiada licencia de pescador, los
bañistas, un buzo furtivo que vio rondar próximo al bote y muy cerca de Boca
Chipiona, su sobrino, y otra vez el mentado objeto que no sabía su estructura,
pero que ´podía ser un baúl de media braza, sí, debe medir media braza´.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></div>
</div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">¡Recuerda
envolverlo bien!, le gritó a Gary.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Casi no lo
escuchó. Seguía nadando a estilo libre mientras empujaba el objeto con su
cabeza. Supuso que debía envolver el regalo del mar en un saco de yute que
Febles le había tirado dentro de una mochila. Apenas llegara a la costa tenía que
envolverlo. No quería que nadie lo viera llegar. Al dar pie sacó el saco de
yute. Metió el objeto cilíndrico dentro del saco y lo encestó en la mochila.
Comprobó que la táctica de Febles iba a dar resultado. Que sí cabía el objeto
en el saco de yute. Que la mochila camuflaba<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>el interior, el regalo del mar. Entonces respiró feliz. Pero caviló que
aún no tenía seguro ese antiquísimo objeto. Tendría que andar por la calle;
esperaría que su ropa se secara; abordaría un ómnibus público y luego llegaría
a casa. </span>Solo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hasta allí, hasta su
casa, estaría seguro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Jamás
imaginó que un huracán le iba a evitar comprar equipos de inmersión para buscar
lo que había encontrado, asido entre arrecifes...<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
</div>
Pedro Merinohttp://www.blogger.com/profile/12365215722587727135noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8497194274046521754.post-6373812161281304892018-11-22T08:13:00.000-08:002019-02-17T08:03:36.025-08:00Aliento del Viento Atento (novela de fantasia juvenil)<blockquote class="tr_bq">
VIDEO PROMOCIONAL de ALIENTO DEL VIENTO ATENTO </blockquote>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/dY20aBzC3Fc/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/dY20aBzC3Fc?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<br />
<br />
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<br /></blockquote>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoIa6sMakNhqMPBv3nC3vROjrU6eH8ZsBLKX7ud5MtGmGXCuHSTnjwsaz0hQ6QN2HD4pSbfULJySFBi_1XvLtRL6rUj0mmaw_VFypBKzoOHxPCwvFHORVjR5MaK2HOsdJKs8r-JxJ8p-pd/s1600/aliento+del+viento+atento.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="499" data-original-width="333" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoIa6sMakNhqMPBv3nC3vROjrU6eH8ZsBLKX7ud5MtGmGXCuHSTnjwsaz0hQ6QN2HD4pSbfULJySFBi_1XvLtRL6rUj0mmaw_VFypBKzoOHxPCwvFHORVjR5MaK2HOsdJKs8r-JxJ8p-pd/s320/aliento+del+viento+atento.jpg" width="213" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
Nota: Clic sobre el titulo para ir AMAZON</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;"><a href="https://www.amazon.com/Aliento-del-viento-atento-Spanish-ebook/dp/B07FLMJXZG?keywords=Aliento+del+viento+atento+by+pedro+merino&qid=1540651376&s=Kindle+Store&sr=1-1-spell&ref=sr_1_1">ALIENTO
DEL VIENTO ATENTO</a>, fragmentos. Novela disponible en inglés. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">A medida
que se agrandaban aquellas bolas de aguas, se reventaban y la imagen<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de otros seres también se desaparecía, pero
convertida en otra existencia. Varios miembros de la tribu de los Magcaguas que
aseguraron ver dichas bolas en tiempos inmemorables, no eran más que anécdotas,
cuyo comienzo estaba escrito en la espalda de varias ancianas. La escritura era
imborrable. Solo se perdía el hilo informativo en caso de que ese miembro
tribal soportara una quemadura o alguna lesión que le raspara o desprendiera la
piel. Astutamente, esa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>información se
diseminaba en jóvenes de ambos sexos para que la leyenda sobreviviera hasta el
día actual.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">”Habían
llegado desde lo ALTO __decía parte de la leyenda__ para posarse en la
superficie”. Mucho antes de topar la tierra o el suelo, esas bolas de aguas
flotaban y flotaban más allá y más allá __afirmaban los ancestros que venían “
desde el otro lado”__. Tenían reflejos multicolores. Algunas ancianas
expresaban que podían ser contaminaciones de la muerte hacia la vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Algunos
bólidos o bolas de aguas se habían separado. Parecían formar una afinidad
mediante grupos de tres, siete y hasta diez y quince bolas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Un grupo de
tres se distanció<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>más que los demás.
Fueron deslizándose por entre montañas. Aquel grupo escogió la montaña más
grande. Encima de cada bola había una mínima cantidad de nieve. Parecía haber
raspado la cresta de unas montañas a través de su paso. La nieve se<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fue derritiendo al sentir el calor de la
superficie del suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">El tamaño
de los tres bólidos se fue reduciendo. Cada bólido reflejaba lo que existía a
su alrededor: follaje, animales y seres magcaguanos como testigos oculares del
acontecimiento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Evidentemente,
los tres bólidos no tenían la misma masa corporal. Tampoco la misma fuerza al
rodar encima de unas copas de los árboles, de arbustos, de plantas más débiles
e insectos sobrevivientes de aquel encontronazo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Habían
descendido tan abruptamente que el reflejo le anunciaba a cada cual de un
peligro cercano: una laguna o río.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Por lo
visto, evitaron contacto con la laguna. No les era conveniente acercarse a
aquel depósito acuoso.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Quizá porque<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se les asemejaba físicamente. Tal vez porque
no querían rivalidades, no solo ese grupo de tres bolas sino los demás grupos
de cinco, siete, de diez y quince bolas que rotaban y se trasladaban de un
lugar a otro. A su paso quedaba una resequedad, en vez de humedad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Apenas
avistaron el lago, se desviaron unos metros. Comprobaban que el itinerario no
les afectaría. Ya no caerían en la laguna. Aquel mar de aguas, como a
ellos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no les llamaba la atención
confrontarle, se desviaban. Para siempre habían grabado en su intrínseco
razonamiento aquella porción acuosa como su enemiga.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Se dieron
cuenta que unos niños magcaguanos les espiaban.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Para los pequeños magcaguanos eran seres de otro confín que los buscaban
para jugar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-US" style="mso-ansi-language: ES-US;">Las tres
bolas se detuvieron ante los pequeñines. Un adulto magcaguano había avistado el
suceso. Se dispuso a avisar a la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tribu.
A ratos viraba el cuello y no quería admitir lo que veía: niños que trepaban
encima de esas bolas de aguas y se deslizaban por toda su masa corporal. Cada
bola reflejaba su presencia aún más grande de lo normal. Exageraban los rasgos
físicos de los pequeñines. Les adelantaba la edad.<o:p></o:p></span></div>
<br />Pedro Merinohttp://www.blogger.com/profile/12365215722587727135noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8497194274046521754.post-69116082119549248622016-12-25T08:38:00.000-08:002018-03-20T06:12:37.362-07:00Gata amarilla: cuentos para niños<b>FRAGMENTO de Gata amarilla:</b><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">...La
gata amarilla conocía el secreto que sus congéneres ignoraban: maullar.
Maullaba y rozaba su cola por entre las piernas de los humanos. Así se
comunicaba con ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Solo
que ahora, en esos instantes, solo veía una oscuridad dentro de la casa de sus
dueños.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Así
estuvo esperando un día.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Al
segundo día esperó pacientemente que uno de sus dueños llegara. Tampoco consiguió verlos de regreso. Pero el
tercer día, si realmente era el tercero porque no sabía contar en orden
consecutivo, se dio cuenta que habían llegado unos humanos a la supuesta
propiedad de sus dueños. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"><v:shapetype coordsize="21600,21600" filled="f" id="_x0000_t75" o:preferrelative="t" o:spt="75" path="m@4@5l@4@11@9@11@9@5xe" stroked="f">
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</v:f></v:f></v:f></v:f></v:f></v:f></v:f></v:f></v:f></v:f></v:f></v:f></v:formulas>
<v:path gradientshapeok="t" o:connecttype="rect" o:extrusionok="f">
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</o:lock></v:path></v:stroke></v:shapetype><v:shape id="Imagen_x0020_26" o:spid="_x0000_i1027" style="height: 462.6pt; mso-wrap-style: square; visibility: visible; width: 425.4pt;" type="#_x0000_t75">
<v:imagedata o:title="" src="file:///C:\Users\Pedro\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image001.jpg">
</v:imagedata></v:shape></span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Empezó
a maullar desesperadamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 35.25pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Deben
ser ellos, maullaba, a lo mejor me dan un poco de leche y mucho cariño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Apenas
la vieron la ignoraron. Comprendió que esos humanos eran diferentes. Casi no se parecían a sus dueños.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"><v:shape id="Imagen_x0020_28" o:spid="_x0000_i1025" style="height: 567.6pt; mso-wrap-style: square; visibility: visible; width: 425.4pt;" type="#_x0000_t75">
<v:imagedata o:title="" src="file:///C:\Users\Pedro\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image003.jpg">
</v:imagedata></v:shape></span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La
gata amarilla se asustó. Dejó de mover la cola y emitió unos maullidos que
emiten los demás gatos que llevan una
vida huraña y salvaje, alejados de los humanos. Afincó sus patas y corrió
cuanto pudo. Al virarse comprendió que ya su casa, o la casa de sus dueños,
donde ella había nacido y crecido no se encontraba. En su lugar se
esparcían montones de escombros y una
humareda que no permitía ver a sus alrededores. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Al
cabo de unos días se percató que estaba sola. Se había quedado completamente
sola. Pero tenía una esperanza. Aún conservaba un collar alrededor de su
pescuezo que la hacía llamativa entre los gatos de la vecindad. También alguien
podría identificarla y comunicárselo a sus dueños...<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
Pedro Merinohttp://www.blogger.com/profile/12365215722587727135noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-8497194274046521754.post-52974234645097335102016-12-25T08:35:00.002-08:002017-04-04T11:34:17.021-07:00Pupy & Pancha: cuentos para niños<b>FRAGMENTO de Pupy, el ratoncito blanco:</b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">...Ya casi Manny había dejado su rol de mediador en el
conflicto contra Pupy.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Si me van a ajusticiar,
expresó Pupy, tengo derecho a quejarme primero. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">¡Qué ¨derechos¨ tú hablas!...,
intervino Ayán, si los humanos los violan.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> ¡Sí, síiii!,
gritaban varios grupos de ratones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Jamás seremos tratados como
mascotas, seguía hablando Ayán. Más bien nos aniquilarán. Reducirán a cero
nuestra especie a través de venenos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Permiso, dijo Pupy, si ustedes
siguen mordisqueando sacos de alimentos
en los almacenes, los humanos seguirán envenenándolos…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">¡Calla ese hocico rosado!, le
interrumpió otra vez Ayán.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Si me han de comer, me habrán
de escuchar, prosiguió Pupy. Pero recuerden que muy pronto, después de tragarme, algunos de
ustedes se convertirán en una masa
química. Seguro morirán como mi especie, la de ratones blancos. De lo contrario
ya es hora de exigir nuestro derecho animal a convertirnos en mascotas… ¡y que
nos traten como tal! ¨Ratón es más que
blanco, más que mulato, y más que negro.¨<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Entonces solo se escuchó un silencio. Luego un grupo de
ratones, aterrorizados por las palabras de Pupy, comenzaron a irse. Dejaban que
otro grupo se encargara de probar la carne blanca de Pupy y que corrieran el
riesgo de envenenarse por culpa de un ¨desecho químico, alias Pupy Uno, marca
registrada¨.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Ya es la hora, le decía
alguien en el interior de Pupy, ya es la hora de correr, de huir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pupy se lanzó a la corriente de agua que terminaba de salir
con más firmeza por uno de los tubos. Se dejó llevar por el impulso de esa
corriente hacia un destino fortuito. Si había logrado escapar de las prácticas
de laboratorios, seguro escaparía de la encerrona en que se encontraba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">No sabía si aún lo perseguían aquellos a quienes les había
predicado la tentación de ser una mascota. No podía creer que fuera recibido
así por sus semejantes, porque eran ratones como él, aunque de diferentes
especies o razas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pupy continuó agitando sus patitas. Levantaba lo más que
podía su hociquito con tal de que no le entrara agua. Tampoco quería probar esa
turbia agua. Había desconfiado igualmente del agua que le servían en las
jaulas de los laboratorios.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En cuanto vio un chispazo de luz natural, se hizo avanzar
más con sus patitas. Quería salir cuanto antes de aquel mundo furtivo. De verás
iba a salir. En verdad acababa de salir. Al instante vio una superficie seca.
Caminó por allí con muchos escalofríos. Estornudaba. Pensaba iba a pescar un
resfriado. Le esperaría una gripa después de unos días...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><b>FRAGMENTO de La yegua Pancha:</b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">...</span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Había estado cortando hierba durante más de una hora.
En su coche transportaba unas maderas para venderlas en el pueblo donde vivía.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.25pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Vamos, Pancha,
le tiraba besos, dale... sigue, Pancha, sigue.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Y es que aquellos ¨besos¨ no eran más que órdenes, las
cuales esa yegua interpretaba como una acción a cumplir. O sea, seguir
adelante, camino arriba, camino abajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El cochero recordaba que muchas veces había estado a
punto de comprarse un auto. Le fascinaban los autos. Más bien urgía cuanto
antes de hacerse de algún vehículo de tracción con fines laborales. Pero como
tenía escasez de recursos tuvo que conformarse con un coche y una yegua. Con
una yegua llamada Pancha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><v:shapetype coordsize="21600,21600" filled="f" id="_x0000_t75" o:preferrelative="t" o:spt="75" path="m@4@5l@4@11@9@11@9@5xe" stroked="f">
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</o:lock></v:path></v:stroke></v:shapetype><v:shape id="Imagen_x0020_4" o:spid="_x0000_i1025" style="height: 4in; mso-wrap-style: square; visibility: visible; width: 424.8pt;" type="#_x0000_t75">
<v:imagedata o:title="" src="file:///C:\Users\Pedro\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image001.jpg">
</v:imagedata></v:shape></span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Pancha,
arriba, repetía, Pancha, abajo. Sigue, Pancha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Apenas dejaba de hablar con su yegua, volvía de nuevo
a vocearle su nombre y Pancha comenzaba a relinchar de felicidad por solo
escuchar la voz de su amo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.25pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Oh, mi yegua
fina. A mí debieran darme una licencia de conducción. Mira qué bien conduzco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El cochero se vanagloriaba de ser un gran chofer.
Alardeaba que era el mejor de su pueblo porque nunca había tenido un accidente,
y un poco que menospreciaba a su yegua.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.25pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Son mis manos
las que te guían, Pancha. Oh, soy un
gran chofer. Mírenme, gente, vean al mejor chofer de carruajes... y de autos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La yegua Pancha relinchaba. Hacía unas muecas con su
bocaza para acomodarse los arreos y continuaba la marcha...<o:p></o:p></span></div>
Pedro Merinohttp://www.blogger.com/profile/12365215722587727135noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8497194274046521754.post-39708965662759190612016-12-25T08:31:00.000-08:002017-04-04T11:34:32.540-07:00Miquito & Susel: cuentos para niños<b>FRAGMENTO de Miquito:</b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">...La anciana apenas vio aquel cuadro de depredadores
alrededor del miquito, comenzó a ¨ladrar¨ como esos perros. Quería que
desistieran de su empeño, en asustar y acabar a mordiscos al miquito que
deliraba tumbado en el suelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">¡Eah, gritaba la anciana,
apártense del monito, malvados…,y no lo muerdan! ¡Eah! ¡¡Eah!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">…Grruuu, le gruñía el perro
guía, gruuu, váyase, no es asunto suyo…grruuu.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Los perros no tenían intenciones de obedecerla. Mientras
más le gritaba la anciana, más se acercaban al monito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La anciana optó por otra táctica: empuñó su bastón. Le
apuntaba a los perros. Así estuvo durante más de media hora. El miquito dejó de
moverse. El jefe de la manada de perros se retiró y sus secuaces fueron tras su
cola.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En verdad la anciana no comprendía por qué se habían ido
los perros. No habían logrado morder al
monito y abandonaban a su presa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Cuanto estuvo más cerca del miquito, con su bastón empezó a
palpar al monito. No le vio un rastro de sangre. Había acabado de cerrar sus
ojitos. La anciana no sabía si para siempre. Con la compasión de madre se
agachó y lo tomó en sus brazos. Aquel miquito no pesaba ni un kilo, ni una
libra. Se estaba muriendo. Peor aún: deliraba por una enfermedad llamada
hambre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Claro que la anciana no sabía de lo que sufría el miquito.
De lo contrario, sería muy difícil que hubiera cargado con ese monito
delgaducho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Lo envolvió en una sudadera que llevaba puesta. Durante
varios días había estado lloviendo. El sereno, muy fuerte por aquellos días,
había traído un brote de gripa en los humanos. Los miquitos y otros animales
también sufrían de otras enfermedades, aparte de la que aquejaba al ejemplar que cargaba la
anciana. Solo que esa enfermedad se curaba con alimentos.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Una criatura
más, repetía la anciana, que nada
molesta...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><b>FRAGMENTO de Susel:</b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">De pronto vio que no se
encontraban atrapados. Aquellos pajaritos no se encontraban atrapados, y que
realmente estaban construyendo un nido en aquel muro colapsado por los vientos
que había traído la tempestad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">A la curiosa Susel le
llamó la atención lo que su mamá estaba haciendo. Había buscado en el bodegón
de la casa unas trampas y venenos contra
las ratas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> Oh, sí, repetía Susel, es veneno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Lo sabía porque su papá
había colocado trampas en el sótano de la casa que estaba levantada sobre
bloques.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> No, mamá, le dijo, cuidado que no son ratas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> ¿Qué dices, mi niña?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La mamá le hizo poco caso
a la niña. Se dirigió hacia el patio para colocar las trampas: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> Seguro caerán, decía, ratones mugrientos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Susel se fue tras ella y
le dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> Que no, mamá, son pajaritos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> ¿Pajaritos, mi niña?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> Sí, mamá.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Terminó por señalarle a
dos pajaritos que habían reanudado el vuelo...<o:p></o:p></span></div>
Pedro Merinohttp://www.blogger.com/profile/12365215722587727135noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8497194274046521754.post-72533007712919273072016-12-25T08:26:00.003-08:002017-04-04T11:34:43.384-07:00Tita y Tato & El pájaro gris: cuentos para niños<b>FRAGMENTO de Tita y Tato:</b><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">...Sin darse cuenta Tato bajó
hasta esa rama. Volvía a preguntarle a Tita:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-left: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">¿Cómo
te llamas, preciosa? Recuerda que no debes posarte encima de esas jaulas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Parecía que Tato jamás iba a
llamarle la atención a Tita, quien seguía mirando hacia la jaula, y más aún,
hacia su interior, donde había alimentos difíciles de conseguir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Tita comenzó a revolotear
encima de una de esas jaulas. Con sus patitas se aferró a una parte frontal de
la jaula. Intentaba con su pico comer del alimento que se encontraba esparcido
dentro de esa jaula. Pero no llegaba con su pico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Aleteó un poco y llegó a la
cima de la jaula y se posó. Tita sintió un vacío similar a la fuerza de la
gravedad. Era una fuerza que la atraía
como un imán. Parecía que se la tragaba.
Al tocar el fondo de la jaula con sus patitas no se dio cuenta que
estaba encerrada. La cantidad de alimentos le fascinaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Comenzó a picar y a tragar
cuanto veía. Cuando ya a su buche no le cabía un grano quiso volar entre los barrotes. Quería beber
agua de un río que se veía detrás de unos árboles. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Entonces, Tato, muy triste, se
acercó a la jaula y le dijo a Tita:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> ¿Ya ves? Si me hubieras escuchado no estarías así<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> ¿Qué yo hago aquí?, ayúdame a salir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">Te voy
a ayudar, expresó Tato, pero dime cómo te llamas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> Me llamo Tita, ¿y tú?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> A mí me dicen Tato.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> Bueno, ya sabes mi nombre. Ahora sácame de aquí.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Pero Tato no podía hacer nada
por Tita. El cazador acababa de regresar. Portaba varias jaulas en un carro. La
última jaula que colocó en el vehículo
fue la de Tita. Esa bella azuleja se sentía más triste que antes. Se veía diferente. Solo que ahora era Tita la
que llamaba a Tato...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><b>FRAGMENTO de El pájaro gris:</b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">...Cuando estuvo lo suficientemente cerca del pájaro
gris, unos rayos de sol le encandilaron la vista. Pero pudo asirse a un gajo.
Ahorró calma, y así fue como pudo ver a
otro pájaro gris que se movía mucho menos que su compañero. Se estaba
disecando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Raulito pudo ver que las patas de uno de los pájaros se encontraban
firmemente asidas a una rama. Aquello impedía que se cayera del árbol. ¿Sería su compañera? Apenas circulaba esa idea
en su cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Con mucho trabajo logró descender del árbol. Los
amiguitos se quedaron tartamudos al verlo otra vez caminar junto a ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> Bueno,
le dijeron, cuéntanos qué viste.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">A otro pájaro que estaba más quieto; no se movía; eran
dos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">¿No se movía?, se preguntaron sus amiguitos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Aunque tenía los ojos así como...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">¿Los ojos...? ¿Qué más, Raulito, qué más viste?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Creo que no me vieron. No, creo que uno no veía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">¿Un pájaro ciego, Raulito?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">No sé, caballeros, parece que se estaba disecando y
brillaban menos sus plumas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Esa misma tarde Raulito le contó a su hermanita
Janniela su proeza. Se había quedado boquiabierta al escuchar a su hermanito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> ¿Y por
qué... por qué no se movía el otro pájaro?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Casi no veía, Janniela, no tenía ojos, no parecía
tenerlos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Oh, qué miedo... un pájaro sin ojos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Cada vez que visitaban el parque, caminaban alrededor
de aquel árbol. Le daban varias vueltas para buscar un ángulo que les permitiera ver a los dos pájaros: a uno que
apenas se movía y a otro completamente inmóvil...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
Pedro Merinohttp://www.blogger.com/profile/12365215722587727135noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8497194274046521754.post-63460811929645314372016-12-25T08:22:00.003-08:002017-04-04T11:34:55.968-07:00La cigarra muda & Foki el gozque: cuentos para niños<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: left;">
<b>FRAGMENTO de La cigarra muda:</b></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">...Nunca en su vida había escuchado a un insecto cantar. Joseíto nunca lo había escuchado. Pero
aquella vez que lo tuvo delante de sus ojos, no podía creer que aquel insecto
había detenido su canto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Se hacen los dormidos, repetía
un amiguito. Amarrémosle un cordel.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">¿Cómo que un cordel?, se
preguntaba Joseíto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Sí, afirmó otro amiguito. Lo
amarramos y le damos vueltas así.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Delante de Joseíto había amarrado a ese insecto. Le hacía
dar vueltas en el aire como un remolino. Entonces la chicharra o la cigarra,
que era el nombre de ese insecto, comenzaba a cantar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En cuanto su amiguito se detenía, la cigarra dejaba de
entonar su canto monótono. Cuando su amiguito descansaba un brazo, con el otro
volvía a agitar a la cigarra, que de nuevo cantaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Así estuvieron durante más de una hora hasta que Joseíto se
cansó. Tanto Joseíto como sus amiguitos se agotaron al hacer girar, ya fuera
hacia adelante o en sentido reverso, a varias cigarras. Todas estaban cansadas
excepto una cigarra que se movía, pero no cantaba...</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><b>FRAGMENTO de Foki el gozque:</b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Lo animó a pasar. Gonzalo miró alrededor. Por ningún
lugar vio cachorros. Se respondió que se
trataba de una burla. Debía ser una burla. Pero cambió de opinión al ver que
esa persona que le había abierto la puerta llevaba en sus manos a un cachorrito
profundamente dormido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Esto es
un regalo, le dijo esa persona.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> ¿Seguro?,
expresó Gonzalo, ¿no le debo nada?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Sí.
Excepto una cosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Veamos
de qué se trata.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">No se lo voy a
vender, decía esa persona, es un ¨regalo¨. Pero recuerda bien esto que le voy a
decir: no puede abandonarlo porque le perseguirá una maldición.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">¿Una maldición
a mí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Así mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">No creo en las
maldiciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Este es el
último. Ya regalé 4.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">¿El último?
Entonces me lo llevo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pero si
abandona al cachorro desde ya le perseguirá una maldición.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Ya le dije,
respondió Gonzalo, que no creo en las maldiciones. Tampoco lo voy a abandonar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: left;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: left;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Aquella persona le depositó el cachorro en sus manos.
Gonzalo sintió un ligero corrientazo en sus extremidades superiores. Se llenó
de gozo, y con júbilo, debido a que había recuperado sus espejuelos y acababa
de recibir gratis un cachorro que sin dudas se iba a convertir en su mascota.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Te
llamarás... Foki, le dijo al cachorrito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En cuanto llegó a su casa sus dos hijos se contentaron
al ver a aquella criatura que casi no podía andar sobre sus cuatro patas. Le acariciaron su pelaje. Parecía una
lana fina, de una piel muy codiciada en los mercados...<o:p></o:p></span></div>
Pedro Merinohttp://www.blogger.com/profile/12365215722587727135noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8497194274046521754.post-22407883284407738842016-12-25T08:15:00.000-08:002017-01-07T09:21:27.865-08:00Adorables mascotas: cuentos para niños<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><b>FRAGMENTOS de Bené el "castorcito":</b></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">...Ahora
estaba casi a punto de maldecir la hora en que había salido de casa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 35.25pt; tab-stops: 353.75pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Pero se hubiera quedado sin gusto la
sopa, decía en <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 35.25pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">voz baja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Volvió
a mirar hacia el cielo perforado y reventado, de donde salían flujos de aguas:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 35.25pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Si de esta no sobrevivo, quisiera que mi hijo conozca la
vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 35.25pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Entonces
haz una promesa, hija mía</span></i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">, le dijo alguien que no se sabía si
era un hombre o una mujer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 35.25pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Qué miedo, deliraba
la futura mamá de Bené, no sé quién es usted ni de dónde viene.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 35.25pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Soy
yo, la voz que silba entre las montañas. Nada puedo hacer arriba en el cielo.
Pero aquí abajo mando con absolución. <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 35.25pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Está bien, respondió la hembra embarazada, ¿qué debo hacer?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 35.25pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Una
promesa, hembra, que deberás cumplir. De lo contrario, se revertirá contra ti
la maldición de las aguas y te ahogarás un día.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">La
futura mamá de Bené al no ver de dónde provenía aquella vozarrona
obedeció. E hizo la promesa de no salir
más bajo una amenaza de tempestad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> Hay
una cosa, hija mía.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 35.4pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">¿Cuál, dígame qué debo hacer, o añadir a la promesa que hice? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 35.4pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Tu
hijo sobrevivirá, pero no crecerá mucho.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 35.4pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Bueno, con tal de que sobreviva me contentaré.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">El
nivel de agua comenzó a subir y la criatura se convirtió en el bebé Bené.
La mamá no podía creer que su naciente
hijo hacía unos movimientos bajo el agua: nadaba. Movía los brazos y las
piernas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-no-proof: yes;"><v:shapetype coordsize="21600,21600" filled="f" id="_x0000_t75" o:preferrelative="t" o:spt="75" path="m@4@5l@4@11@9@11@9@5xe" stroked="f">
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</o:lock></v:path></v:stroke></v:shapetype><v:shape id="Imagen_x0020_3" o:spid="_x0000_i1025" style="height: 278.4pt; mso-wrap-style: square; visibility: visible; width: 424.8pt;" type="#_x0000_t75">
<v:imagedata o:title="" src="file:///C:\Users\Pedro\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image001.jpg">
</v:imagedata></v:shape></span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">La
mamá lo levantó para que pudiera respirar en la superficie, pero Bené, el
nombre que le pusiera más tarde,
quería seguir sumergido.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Al
cabo de unos meses el niño Bené tenía el parentesco a una criatura aún. La mamá
de Bené volvió a recordar a aquella voz que le repetía: ”Tu hijo sobrevivirá,
pero no crecerá mucho”...</span><br />
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><b>FRAGMENTO de El dóberman solitario: </b></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">... <o:p></o:p></span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Un día su dueño salió</span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">
</span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">por cuestiones de negocios. Había dejado a su dóberman en casa. Solo una
puerta dejó abierta: la del fondo que conducía al patio.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 3.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">El dóberman seguía corriendo de un lado a otro por
toda la casa. Cada vez que escuchaba las zancadas de alguien, corría hasta el
patio. Enseguida divisaba al autor de las zancadas y emprendía a ladrarle. Como siempre, ladraba poco, y se le quedaba mirándole. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 3.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> A</span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">ún le quedaban alimentos al dóberman. Solo que su amo
continuaba ausente. Por lo general no era común que se ausentara muchos días.
El dueño había calculado unas raciones de alimentos para equis días.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 3.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Siguieron pasando esos días. Los días no pasan por
gusto. A causa de la soledad aquel dóberman consumía más alimentos que cuando
su dueño se encontraba en casa. Como mascota, al fin y al cabo, necesitaba de
alguien, de algún amo que le pasara la mano por la cabeza y el lomo. También
necesitaba un baño cada mes. Y ya casi se estaba acercando el calculado y
prometido baño que se merecía como buena mascota que era.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 3.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Los dóberman son perros muy vigilantes. Vigilaba cada
centímetro de la casa. Seguía ladrando y mirando a los extraños caminantes que
rondaban la propiedad. Cada día que pasaba era un día más sin ver a su amo. Sin
recibir caricias. Así también disminuían las reservas de alimentos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 3.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Poco tiempo después uno de esos vecinos que miraban
mucho los alrededores se dio cuenta que el amo del dóberman se había ausentado
demasiado tiempo. Comprendió que algo andaba mal. Que ya aquel perro en vez de
ladrar, aunque lo hiciera poco, ahora gemía, sí, gemía casi como una persona...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 3.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"><b>FRAGMENTO de El sinsonte cantor:</b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 3.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">...En un nido de
un gigantesco árbol se encontraba un pichón de sinsonte. Sus padres se sentían
seguros de haber construido el nido en un lugar lejos de los humanos.
Estuvieron huyendo de la tala de árboles y creyeron que en ese árbol no habría
problemas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 3.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">El pichoncito se sentía muy solo. A veces trinaba
demasiado y su trino volaba por el aire en busca de sus padres. El pichoncito
se puso a recordar un consejo de su madre:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 35.4pt; margin-right: 3.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Mi pichoncito querido, cuando están volando aves o
algunas se posen en el árbol, deja de trinar para que no te descubran.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 3.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Pero el pichoncito recordó muy tardíamente ese
consejo. Había dejado de trinar. De repente, un ave muchísima más grande que
sus padres comenzó a merodear por el árbol.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 3.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">El pichoncito creyó que con su silencio iba a burlarse
de aquella ave con un pico en forma de gancho que lo asechaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 3.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Aquella ave volaba y revoloteaba por el árbol. Se fue
acercando al nido. Fue metiendo su pico en los redondeles de pajas y plumas del
nido hasta que al fin lo vio.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 3.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">El pichoncito rememoró otro consejo de sus padres:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 35.4pt; margin-right: 3.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Y recuerda esto también: cuando te descubra un ave,
vuela e intenta esconderte abajo, en un hierbazal, que yo o tu padre, te localizaremos con nuestros
trinos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 3.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 3.0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Pero tampoco pudo volar el pichoncito. Sintió las garras de aquella ave con un pico en forma de
gancho que intentaba desprender el nido. Quería que su cría lo presenciara vivo
a él, un pichoncito de sinsonte, para
practicar con sus piquitos en forma de ganchos e irlos introduciendo en su
cuerpecito carnoso y de pocas plumas...<o:p></o:p></span></div>
Pedro Merinohttp://www.blogger.com/profile/12365215722587727135noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8497194274046521754.post-6940895876200428562008-02-07T13:29:00.001-08:002020-03-14T07:01:51.302-07:00SINOPSIS DE LAS NOVELAS<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: center;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<span class="Apple-style-span"><br /><strong><br /></strong></span><br />
<span class="Apple-style-span"><strong>LIBROS DISPONIBLES en</strong>:</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="color: blue;"><span style="font-size: large;">CreateSpace</span> </span> en papel con tapa blanda</span> = <span style="color: lime; font-size: large;">Smashwords</span> en ebooks(<a href="http://www.smashwords.com/books/search?query=pedro+merino">clic aquí</a>)=<span style="color: red; font-size: x-large;">AMAZON</span><span style="color: red; font-size: large;"> </span>(<a href="https://www.amazon.es/Pedro-Merino/e/B07FF9W4VM/ref=dp_byline_cont_pop_ebooks_1">clic aquí</a>) en papel con tapa blanda & ebooks</span><br />
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;">TAYNO CUBAO</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: center;">
<ul>
<li>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El autor, a través de documentos históricos fidedignos,
logra interactuar entre personajes reales y ficticios. ¿Cómo lograron atrapar
al cacique Hatuey, símbolo de la rebeldía taina? ¿Hubo dos caciques Caguax o
dos capitanes de Hatuey? ¿La etnia taína sobrevivió a la conquista española a
tal punto de mantener sus raíces autóctonas? ¿Fue honesto el padre Las Casas
respecto a sus escritos sobre las Indias Occidentales? ¿Qué factores influyeron
en el uso desmedido de la fuerza o violencia excesiva por parte de los cristianos o conquistadores
españoles? Mediante un lenguaje ágil y vivaz, el autor responde ésas y otras
tantas interrogantes gracias a una atractiva historia y discurso que atraerán a
los lectores. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Novela histórica. 300 páginas. Inédito. Registro: 10-585-301 (Colombia)</span></div>
</li>
</ul>
<div>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="line-height: 24px;"><br /></span></span></div>
<ul>
<li>CUERPO DE ESPÍRITU</li>
</ul>
</div>
<ul>
</ul>
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La trama se desarrolla en La Habana de a principios del tercer milenio. Gary,
un joven pintor cubano, sufre del Síndrome del Lienzo en Blanco que trata de
minimizar a través de su tío Febles, propietario del bote Ensueño, quien es, además, un
experimentado pescador con licencia de los años 50 para pescar en el litoral
norte de La Habana. Gary se inspira en el fondo marino para enriquecer su
imaginación de artista plástico que lejos de escaparse en una aventura
migratoria más allá del horizonte marítimo tiene la suerte de encontrarse un
misterioso objeto cilíndrico atrapado por los arrecifes en Boca Chipiona, Santa
Cruz del Norte, zona del naufragio de la fragata española Navegador (basado en
hechos reales) acaecido el 4 de febrero de 1814 y víctima del pillaje de
pescadores improvisados y buzos. Es una mirada a las
artes plásticas, desde la pintura
figurativa hasta la pintura
abstracta pasando por varias
facetas más donde la ambición, el plagio, la fama, se funden con la historia, y hacen un encuentro con el verdadero artista
plástico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;">NOTA: título de la obra, Trilogía llanera en el Caribe, de temática infantil juvenil, escrita y registrada en Colombia. 112 páginas. Disponible en inglés. Inédito. Registro: 10-459-84 </span><a href="http://www.derechodeautor.gov.co/"><span style="line-height: 24px;">Dirección</span><span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"> Nacional de Derecho de Autor de Colombia</span></a></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li><span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="line-height: 24px;"> ALIENTO DEL VIENTO ATENTO</span></span></li>
</ul>
<br />
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La
trama se desarrolla en una guardería infantil donde unos niños se dedican a
jugar en una pequeña pecera</span></i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">. Para ello utilizarán paquetes de
juguetes, en miniaturas plásticas y de plomo, como ¨La aldea de los Magcaguas¨ y ¨La expedición científica del Ingeniero
Saba¨, seres hechos de viento y de agua que olfatean su terruño a cierta
distancia. Elementos absurdos como elefantes reposando sobre la nieve,
mariposas aleteando en una nevada, cocodrilos nadando en aguas congeladas, etc,
donde la imaginación de los niños va más allá de las aspiraciones de los
personajes, maniatados y propensos a desapariciones en cada hábitat, donde el
golpe de afecto, o lo inesperado, hará del lector una segunda lectura en un
desembrollado final donde se entenderá el destino de cada miniatura de
juguetes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="line-height: 24px;">NOTA: título de la obra,Trilogía llanera en el Caribe, de temática infantil juvenil, escrita y registrada en Colombia. 93 páginas. Disponible en inglés. Inédito. Registro 10-459-84 <a href="http://www.derechodeautor.gov.co/">Dirección Nacional de Derecho de Autor de Colombia</a></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<ul>
<li><span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="line-height: 24px;">PUPY EL RATONCITO BLANCO</span></span></li>
</ul>
<br />
<div class="yiv6794777916" id="yui_3_16_0_1_1426264309270_2678" style="font-family: HelveticaNeue-Light, 'Helvetica Neue Light', 'Helvetica Neue', Helvetica, Arial, 'Lucida Grande', sans-serif; font-size: 16px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Siete cuentos con intensidad y tensión donde cada ser animal se identifica con sentimientos humanos. La destrucción del medio ambiente, del hábitat animal, la astucia para escapar de un peligro inesperado, el golpe de efecto, el derecho de ser mascota, de ser tratado como alguien importante, son elementos que despertarán el interés en el lector, en este caso, más joven.</span></div>
<div class="yiv6794777916" id="yui_3_16_0_1_1426264309270_2677" style="font-family: HelveticaNeue-Light, 'Helvetica Neue Light', 'Helvetica Neue', Helvetica, Arial, 'Lucida Grande', sans-serif; font-size: 16px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">NOTA: obra dirigida a un lector de entre 8 y 12 años. Título de la obra, Trilogía llanera en el Caribe, Escrita y registrada en Colombia. Disponible en inglés. 40 páginas. Registro </span>10-459-84 <a href="http://www.derechodeautor.gov.co/">Dirección Nacional de Derecho de Autor de Colombia</a><br />
<br /></div>
<div class="yiv6794777916" id="yui_3_16_0_1_1426264309270_2677">
<ul>
<li><span style="font-family: , "helvetica neue light" , "helvetica neue" , "helvetica" , "arial" , "lucida grande" , sans-serif;">OPERACIÓN ¨FULA¨</span></li>
</ul>
</div>
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBVMNQjhHKa0MoZRy-JrMM7KRltEgauspb_RdX7575c2_vjWsEYQW0_nPNOWuc29CCReQd0s6Yy5EmEEH4R3K4ofGY4_WLwoadw9uURQaCbWvXB7mz4TzXAXJJZ2L3uY-7dAf60t3aB0XW/s1600/tn+%25284%2529.jpeg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5656717564186303330" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBVMNQjhHKa0MoZRy-JrMM7KRltEgauspb_RdX7575c2_vjWsEYQW0_nPNOWuc29CCReQd0s6Yy5EmEEH4R3K4ofGY4_WLwoadw9uURQaCbWvXB7mz4TzXAXJJZ2L3uY-7dAf60t3aB0XW/s200/tn+%25284%2529.jpeg" style="cursor: pointer; display: block; height: 200px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 130px;" /></a><span class="Apple-style-span" style="-webkit-text-decorations-in-effect: none; color: black;"></span><br />
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="-webkit-text-decorations-in-effect: none; color: black;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBVMNQjhHKa0MoZRy-JrMM7KRltEgauspb_RdX7575c2_vjWsEYQW0_nPNOWuc29CCReQd0s6Yy5EmEEH4R3K4ofGY4_WLwoadw9uURQaCbWvXB7mz4TzXAXJJZ2L3uY-7dAf60t3aB0XW/s1600/tn+%25284%2529.jpeg">QUINTA DE LA CARIDAD (Operación "Fula")</a></span></div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<a href="http://www.fundacionbmarch.es/page1.php?q=441">XI Premio de Novela Breve Juan March Cencillo 2003, España</a></div>
<br />
<div align="center">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Una pareja se escribe cartas. El sueña salir de una prisión. El ex Gerente Jaime Sardiñas piensa que tiene la razón y su esposa que él regresará al restaurant El Bodegón cuyos ingresos eran en dólares. El capitán Veitía, junto a su ayudante Rodríguez, intentarán hacer realidad el sueño de ese matrimonio de dos hijos. El culpable de que el ex Gerente esté preso comete un homicidio en la Quinta de la Caridad, una mansión cuyo propietario abandonó el país en 1959 y dicha residencia fue entregada a personas que no tenían donde vivir. El capitán Veitía y su ayudante Rodríguez investigan la escena del crimen donde se dan de bruces con una realidad precaria: la droga, la prostitución y negocios ilícitos pululan sin control, además de sueños y esperanzas que apuestan por una mejor vida.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Según informó la fundación Bartolomé March, la novela presenta un "estilo ágil y
vivaz, punteado de cubanismos sabrosos, toques fonéticos de distintas hablas
habaneras y referencias a costumbres y productos de la vida ordinaria local".
Fue seleccionada entre un centenar de obras.</span></div>
<div align="center">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">96 pag. 1a edic. Ediciones Bitzoc, España </span></div>
<div align="center">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">ISBN: 84-95572-39-7</span></div>
<div align="center">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Depósito legal: PM-677-1986</span></div>
<ul>
<li><div align="center">
EL CUÑO</div>
<div align="center">
<br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Apasionante thriller donde dos jóvenes se reencuentran después de muchos años. Uno es criminalista; el otro un asesino en series que acuña a sus víctimas en la frente y les dispara a los genitales. El capitán Veitía y su ayudante Rodríguez se encargarán de descifrar las letras del cuño así como sus inclinaciones en la frente hasta "retratar" al asesino mediante entrevistas a testigos. Un narrador personaje, amigo del asesino del cuño, le irá narrando y describiendo al lector hasta mostrarle al autor de los crímenes seriales.</span></div>
</li>
</ul>
<div align="center">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">98 pag.</span></div>
<div align="center">
Copyright US: TXu 1-683-806 </div>
<div align="center">
</div>
<ul>
<li><div align="center">
EL CASO JIMAGUAS</div>
</li>
</ul>
<div align="center">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Después de atrapar al asesino del cuño, el capitán Veitía y su ayudante Rodríguez viajarán hacia una intrincada escuela rural en busca de dos hermanas, Katia y Kenia Hernández y su amiguita, Sandra Suárez, de la misma aula, desaparecidas del recinto educacional. Mediante giros inesperados, entrevistas a los alumnos y profesores, se desentrañará una historia de amor, una familia separada, y unos criminalistas perplejos en la que fuera una Escuela Secundaria Básica en el Campo (ESBEC) "Mártires de Sijú".</span></div>
<div align="center">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">109 pag.</span></div>
<div align="center">
Copyright US: TXu 1-685-193 </div>
<div align="center">
</div>
<ul>
<li style="text-align: center;">EL PAIS DE LA CIGUARAYA</li>
</ul>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Una pareja de españoles viaja a La Habana. Ella es de origen cubano y le muestra a su amado varios lugares históricos de la ciudad, así como también lugares grotescos. Sin embargo, no pueden compartir su privacidad en un hotel dolarizado y toman la decisión de alquilar un "rent a room" de una familia cubana. Su esposo alquila una bicicleta y sale a dar una vuelta por las periferias de La Habana. Desaparece. Su cuerpo es encontrado, a medio enterrar, por Samuel González (quien conoció al español antes), un empleado de Servicios Comunales, mientras desyerbaba un área asignada por su jefe.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Intrigante thriller donde el capitán Veitía y su ayudante Rodríguez intentarán descifrar el dialecto lucumí de los homicidas en un desembrollado final.</span><br />
<div align="center">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">139 pag.</span></div>
<div align="center">
Copyright US: TXu 1-685-190 </div>
<div align="center">
</div>
<ul>
<li><div align="center">
AMISTAD ES UNA CALLE DE LA HABANA</div>
</li>
</ul>
<div align="center">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El sargento Rodríguez espera, en la comodidad de su confortable hogar, por un nuevo caso de homicidio. Una vecina le presta una novela donde los personajes de Osmel Brito y Chava Henríquez, obsesionados con emigrar sin exito alguno, se ven obligados a consultar al Babalao Alfonso, el cual les revelará sus destinos, en los cuales concerán a personajes del mundo marginal e intelectual. </span></div>
<div align="center">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">115 pag.</span></div>
<div align="center">
Copyright US: TXu 1-685-257 </div>
<div align="center">
</div>
<ul>
<li><div align="center">
LOS GUAPOS NO TOMAN SOPA</div>
</li>
</ul>
<div align="center">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Jábico, Asere y Monina, tres personajes marginados, narran desde el patio de un lugar de hombres sin mujeres por qué cometieron homicidios y cómo fueron capturados por el capitán Veitía y su ayudante Rodríguez.</span></div>
<div align="center">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Son tres historias de humor y de resignación donde es recomendable asesorarse del Glosario de cubanismos al final del libro para lograr entender las palabras y fraseologías de esos tres personajes cuyo desenlace en cada historia conmina a reflexionar.</span></div>
<div align="center">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">152 pag.</span></div>
<div align="center">
Copyright US: TXu 1-685-259 </div>
<div align="center">
</div>
<ul>
<li><div align="center">
LAS ILUSIONES SEPARADAS</div>
</li>
</ul>
<div align="center">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El capitán Veitía, durante unas breves vacaciones, se siente ocioso y decide volver a leer <strong>Angustia Peluda</strong>, una novela confiscada por la aduana de un aeropuerto cubano que un amigo le regaló. Dicha novela versa sobre la familia Suárez, que residía en La Habana y cree que en 72 horas llegará a Miami. Primero tiene que hacer escala a través de varias aerolíneas de las antillas menores. Pero quedará empantanada en la isla de Antigua donde tomará la decisión de abordar una precaria embarcación hacia una de las Islas Vírgenes Americanas en busca de la Ley de Ajuste Cubano.</span></div>
<div align="center">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">181 pag.</span></div>
<div align="center">
Copyright US: TXu 1-685-239 </div>
NOTA: registros 403-2003 y 404-2003 ( Centro Nacional de Derecho de Autor de Cuba http://www.cenda.cult.cu/php/loader.php (<a href="http://www.cenda.cult.cu/php/loader.php">clic aquí</a>) y el Copyright de EE.UU (<a href="http://www.copyright.gov/">clic aquí</a>). Prohibida su reproducción sin permiso previo del autor. Cada obra contiene un GLOSARIO DE CUBANISMOS al final del libro. Contacto: pmerino67@yahoo.com</div>
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Pedro Merinohttp://www.blogger.com/profile/12365215722587727135noreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-8497194274046521754.post-81470753838907559162007-08-26T14:25:00.000-07:002014-04-22T06:44:49.425-07:00El extravío (cuento)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFcUNHT00oZHd2bq6eSfKXESNSIA5asDhAI-FIZjNix-EUJ3um0TVLrSVFp2ABpUGRmQYwx-ohoJlUd5jMXWJY2dlnzBBsgHtFZUYG68-xxm-J_6QfNSCVsSB8Qt1unF8V8RSgUw8cZajf/s1600/untitled.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFcUNHT00oZHd2bq6eSfKXESNSIA5asDhAI-FIZjNix-EUJ3um0TVLrSVFp2ABpUGRmQYwx-ohoJlUd5jMXWJY2dlnzBBsgHtFZUYG68-xxm-J_6QfNSCVsSB8Qt1unF8V8RSgUw8cZajf/s1600/untitled.png" /></a></div>
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(Literatura de ficción)</div>
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El extravío</div>
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Estaba allí. Tirado. Doblado en varias partes. Con el ómnibus en movimiento lo vi. Memoricé el lugar. Calculé los metros. Justamente detrás del Lada, parqueado en un parque. Seguro es un dólar. Pero dudé del valor. Sólo tenía la idea de bajarme, correr, buscarlo, encontrarlo. No era un billete verde olivo. Era verde. No podía parecerse a un Martí. Ni siquiera a un Maceo; aunque son de un verde claro.<br />
Enseguida pensé en la cuantía del billete. De cinco. Diez. Quizás veinte. Cincuenta. A lo mejor de cien. Podía ser cualquiera de esos valores. Pero aún me encontraba en el ómnibus. La siguiente parada no quedaba lejos. Retrocedí mentalmente hacia el parque. El Lada continuaba parqueado. El billete doblado se estaba abriendo. Síntoma de los dólares. ¿Los demás billetes no hacen eso? No podía ser un euro por el color. Ni un yen. Ninguna moneda blanda. Tenía que ser un dólar. Y un dólar “gordo”. Vale pensar en grande. Soñar. Cambiar la realidad. Enriquecer la fantasía.<br />
Delante de mí una persona impedía moverme hacia la puerta de bajada. Detrás, alguien pedía permiso, con ansias superiores a las mías. Supe que físicamente aún seguía en el ómnibus. Pero corría en busca del billete. Para encontrarte dinero necesitas dos factores: la suerte y la vista. Con suerte puedes ser lo que quieras. Con vista disfrutas de la suerte.<br />
Sin embargo, no podía avanzar. Sentí halones a mi espalda, mientras los árboles de la calzada rozaban el ómnibus. Escuché gritos y pensé que el chofer había pasado la parada. Dudé del billete, pero fue corta la duda. Volví a sentir los halones y un roce en un bolsillo delantero. Al bajar la vista sorprendí a unos dedos. Eran horribles. Sucios. De uñas largas. Me viré y no vi de quién.<br />
Todavía pensaba en el billete. La parada se acercaba. Entre mis sienes me aproximaba al billete. En realidad debía bajarme en la otra parada. Pero si lo hacía me alejaba del billete.<br />
De súbito me acerqué a la puerta de bajada. Sudaba. Sentía una frialdad. Un dolor de cabeza. Hasta que el aire fluyó por la puerta de bajada. La claridad encandiló mis ojos. Bajé. Acalambrado caminé por la acera. Crucé la calzada. Me orienté en dirección al parque. Imaginaba que husmeaba alrededor del Lada. Entre mis sienes volví a ver el billete. Más verde aún. No quise mirar hacia atrás. Lo despejé. Llegué a la otra acera. A más de trescientos metros calculé el parque. Había sacrificado una parada. En estos momentos estaría subiendo la escalera de mi edificio. Tal vez me hubiera cruzado con un vecino. Lo hubiera saludado. Pero caminaba solo. Recto. Sin mirar atrás. Pensaba banalidades. Son los vacíos de la ignorancia. Noté la diferencia de la brisa. El oxígeno. Las sombras de los árboles. Me viré y vi la diferencia atrás: árboles talados. Ñongos. Pensé que así es la vida. Nacer. Crecer. Fallecer. Seguí adelante. Recobré el recuerdo del billete. Ya estaría más abiertico. Enseñando la carota del mártir. ¿Pero alguien no se lo habría encontrado? ¿Cuánta gente lo habrá pisoteado? El chofer. ¡El chofer del Lada! Se lo habrá encontrado. A lo mejor era de él. No. Dios no es un sinvergüenza. Es mío... ¡Míralo allí! Qué vista de águila. Diría que de espía. Me acerco más. Hay personas en dirección... Tengo que correr. Pero... el niño, el niño tropezó y cayó delante. Lo ha visto. Lo ha recogido. Se ha mandado a correr. Lo sigo. Ya no corre. Bueno, es un niño. Lo gastará<br />
en mierdas. Le pertenece y me despido del billete. Adiós, papelito de la felicidad. Quedaste en pobres manos.<span lang="ES-MODERN"></span><br />
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<a name='more'></a>De repente el niño retrocedió. No sostuvo el billete y un joven se lo encontró. El niño no sabe pedírselo. Imbécil. Mientras, el joven camina diferente. El sueldo le aumentó. ¿En qué lo gastará? Sigo dudando de la cuantía. Pero seguro es un billete “gordo”. Veo al niño. Ha dado media vuelta. No disputa lo suyo, y sin embargo, es feliz.<br />
El joven ha colocado el billete en la billetera. La guardó. Ya no siente una piedra que lo aplasta. Ni le pesa el bolsillo trasero. Se detuvo. Va a comprar en la shopping del otro extremo de la calzada. Pero los autos no lo dejan cruzar. Quiero ver el final del billete. Gastado por un extraño. Luego regresaré. Subiré la escalera. Me acostaré.<br />
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Y cuando voy llegando a mi edificio veo un billete en la acera... ¿cinco pesos? Qué carajo, cinco pesos son cinco pesos.<br />
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Nota: Pueden leer más cuentos en <a href="http://www.smashwords.com/books/search?query=pedro+merino">Smashwords</a> y en <a href="http://www.amazon.es/s/ref=nb_sb_noss/280-8519186-4782308?__mk_es_ES=%C5M%C5Z%D5%D1&url=search-alias%3Daps&field-keywords=ebooks+de+pedro+merino">Amazón</a>. Que disfruten de su lectura.<br />
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<a href="http://arcodereflejos.blogspot.com/search?q=compilaci%C3%B3n+de+cuentos+de+pedro+merino">COMPILACIÓN DE CUENTOS del autor</a></div>
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Pedro Merinohttp://www.blogger.com/profile/12365215722587727135noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-8497194274046521754.post-23622517823054500282007-08-26T13:47:00.000-07:002013-01-15T12:30:34.892-08:00El pescador y la cámara (cuento)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxMN7uguDk11Xky8O3tR3pxXPXDGQDrxGTYkMQQiZUcqYYo8cB5Upu6j6y2zm6DQ8KHkg5kjecYfUWenhBDLGy0v5r8HKXoS2-83RVQIYJF7SPTbqYbJ9s1nXCDpMVfyjAPVrVWhCRRpXj/s1600-h/02560.jpeg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5431164895353997266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxMN7uguDk11Xky8O3tR3pxXPXDGQDrxGTYkMQQiZUcqYYo8cB5Upu6j6y2zm6DQ8KHkg5kjecYfUWenhBDLGy0v5r8HKXoS2-83RVQIYJF7SPTbqYbJ9s1nXCDpMVfyjAPVrVWhCRRpXj/s400/02560.jpeg" style="display: block; height: 86px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 116px;" /></a><br />
<div style="text-align: center;">
(Literatura de ficción)</div>
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El pescador y la cámara</div>
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Desperté antes que el reloj. Cambié el atuendo de médico por el de pescador. Tomé un desayuno ligero y bajé la escalera sin saber a qué hora de la tarde la volvería a pisar. No tenía otra alternativa: la escasez prolongada es hambre.<br />
Llegué a pie hasta el Malecón y en la ponchera de Prado inflé la cámara para lanzarme a la contaminación de la bahía.<br />
La mayoría de los pescadores se tiran de noche y no soy la excepción. Sin embargo, decidí hacerlo una vez por la mañana.<br />
Comprobé que la cámara me soportaba y remé más allá del Morro, a tal distancia que divisé el lado de la salida del túnel.<br />
Dije que por la mañana me tiré. Pero el día se fue oscureciendo. Se hacía menos visible y, en un descuido, dejé caer el remo. No importa, me animé, regreso de manos.<br />
Encarné el anzuelo y lo lancé. Inexplicablemente perdí el conocimiento. Por la noche abrí los ojos y las olas me presionaron hacia las profundidades. No veía sino tinta negra que me manchaba y el gusto salado hizo empinarme de una botella de agua. El sonido de las olas me habló en otro dialecto, como si me dijera que viajaría lejos.<br />
Fue como sentarse en un ómnibus al revés: quería regresar y me alejaba. Vi la pista marítima que se le hacían huecos, pequeños, grandes, muchos más grandes, mayores y mayores. Las ondas que abrían, me podían tragar. Desde arriba escupían y me mojaban. Empapado y segado, perdí la ubicación de donde estaba.<br />
Cuando uno está perdido le pregunta a un transeúnte la parada o las señas del lugar adonde va. Sin embargo, me vi solo y comprendí que la soledad absoluta es como esperar la muerte.<br />
Recordé los retratos de mi esposa, de mi hija, me vi yo. Pero era otro. Seco, vestido, de pie. Aquí estaba agachado, mojado, me movía de posición, cuando la circulación me obligaba a estirar las piernas y darle patadas a la noche.<br />
Ya dije que me tiré de día y olvidé llevar una vela. No podía ver nada.<br />
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Sentí sacudidas. Me pregunté qué sería o quiénes lo harían. Mi cámara era mi salvavidas. Me aferré a la malla como si me esposara a ella. Acurrucado, descansé la espalda y observé con el sexto sentido que una fuerza me viraba.<br />
Los vaivenes empezaron a darme náuseas, vomité el pan sin grasa y la leche de cerelac. El estómago brincaba como si quisiera salirse por la boca y los demás órganos se empujaban. Los latidos como punzadas perennes saltaban de miedo ante el desconocimiento de las vibraciones.<br />
Me hundí en el agua. El desliz me hizo tragarla. Sentía la sal envenenada, el colapso de los pulmones. Sabía que los glóbulos blancos se tornaban de otro color, mientras los rojos reventaban. Me vi en mi consultorio. Buscaba medicinas.<br />
No podía gritar. Debía hacerlo si viera a un barco. Nadie me escucharía “envuelto en la noche; tapado con las sábanas del vendaval, con la humedad”, como lo leí en una novela. Volví a la superficie y las primeras respiraciones me devolvieron la visión, en la cual aparecía una lechuza rojiza. Encima de mí, como un helicóptero, quería posar sus garras y escarbar con su pico en mi cabeza. ¿No estaría cansada también? Sacarme las circunvalaciones de mi cerebro, y con ese hueco me hundiría.<br />
Equilibré la vista y pude ver con claridad que muy cerca flotaba algo extraño. La lechuza voló al ver que vivía. Nadé hacia lo ignoto que me devolvió el a-be-cé de la vida. Descansé encima.<br />
De pronto, sentí otro cuerpo. Rocé otra existencia. Contemplé en el fondo luces fosforescentes: eran los ojos de los tiburones que, desordenados, nadaban a diestra y siniestra, subían hacia mí y volvían.<br />
Mi piel se parecía a la de un gallo desplumado, los poros a punto de reventar por los escalofríos. Mis sufrimientos sobrepasaban a los condenados a la horca. O la guillotina que bajaba su filo. En esos momentos la fuerza de gravedad se imponía peligrosamente.<br />
Mas yo estaba vivo, sin derecho a un abogado, sin más dios que la Realidad de la vida con la esperanza de la muerte por mi educación atea. No estaba dormido, cuando vi a la estrella polar que se parecía al ojo tuerto de la noche.<br />
Deseaba que me hicieran una broma: que me amarraran desnudo en una plaza pública y desatarme y marcharme con la vergüenza de mi cuerpo en medio de las risas.<br />
Para colmo sentía sed. Supe que había perdido todo. El hambre en medio de un desierto se podía aguantar. Sin embargo, no podía escupir. Pensé orinar en mis manos y lograr un circuito fisiológico. Al menos en la tierra podía avanzar, explotar las extremidades inferiores, pero aquí era inválido. Quedé a merced de la Casualidad.<br />
Juré que si sobrevivía, iba a ser útil a la sociedad. Inclusive, trabajaría gratis. Ojalá fueran mi mal y quien sufriera la inflamación... no... que no padeciera mi desgracia.<br />
Ya expresé que estaba encima de algo flotante: era mi cámara. Volví a mirar hacia abajo. Los bruscos movimientos de los depredadores me sorprendían. Cuando los veía a cinco metros, iban a diez. Miré a los lados. No tenía con qué defenderme. Podía tirarle varios objetos y entretenerlos de un lado a otro, como lo vi en una película; pero no encontré nada.<br />
Los escualos poseen un mecanismo biológico, pensé, creo que por encima de la cabeza, con el cual “raspan” las presas para probarlas, y si les gustan, las atacan. Por los cascos de los barcos suelen friccionarse. Mas yo estaba encima de una cámara de ómnibus. La base era una más débil malla por la humedad de varias n o c h e s. No tenía noción del amanecer. Perdí el cuchillo, la escopeta, el bichero. Ni siquiera podía suicidarme.<br />
Observé unas luces fosforescentes que emergían. Pasaron debajo de mí y me tambaleé. Desesperado di vueltas. Las dimos de verdad mi cámara y yo. Giramos. Noté como si la marea hubiera subido un poco. Por unos segundos escuché silbidos monótonos... psssss... y burbujas. Abrí más los ojos y quedé bizco para siempre, mientras una mano enmudaba el canto.<br />
Si antes quería suicidarme, ¿por qué ahora no la quitaba de ahí? En minutos mis huesos se quebrarían. Leí que los dientes de los tiburones funcionaban como dagas. Pero quería grabar en mi memoria, no sé, tal vez con el objetivo de que los científicos o los psicólogos, qué sé yo, constataran que hasta en los últimos momentos yo quería salvarme.<br />
Mas no lo sabría aún. Los restos de mi esqueleto formarían parte de un museo internacional. Lloré como mi hija y abracé a mi esposa antes del final. Los tiburones llevan a las víctimas hasta el fondo, imaginé, lo demás lo dejo a la ocurrencia.<br />
Al cansarme, cambié de mano. En el intervalo un “psss” se hizo eco como una música sin letra. Subió más el nivel del agua, cuando un ruido de motor, iluminado, me parecía que tenía el Mal de Parkinson. Quité y puse la mano. Me equivoqué de sitio. Ya no sabía por dónde fue y me gritaron en otro idioma, al lanzarme una soga asida a un salvavidas, mientras los ojos fosforescentes se acercaban en zig-zag ascendentes, organizados, y mi cámara y yo quedábamos sin aire. Nos hundíamos.<br />
Ahora sabré qué ocurrirá.<br />
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Nota: Pueden continuar leyendo más cuentos en <a href="http://www.smashwords.com/books/search?query=pedro+merino">Smashwords </a>y en <a href="http://www.amazon.es/s/ref=nb_sb_noss/280-8519186-4782308?__mk_es_ES=%C5M%C5Z%D5%D1&url=search-alias%3Daps&field-keywords=ebooks+de+pedro+merino">Amazón</a>. Pertenece al volumen de cuentos <i>El pescador y la cámara</i>. Que disfruten su lectura.<br />
Este cuento fue publicado en la popular revista digital <em>Resonancias literarias</em>, <a href="http://www.resonancias.org/content/read/915/el-pescador-y-la-camara-por-pedro-merino-villegas/">pincha aquí</a></div>
Pedro Merinohttp://www.blogger.com/profile/12365215722587727135noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8497194274046521754.post-91294558754749628192007-08-26T13:30:00.000-07:002018-07-15T08:01:12.265-07:00La expulsión (cuento de ciencia-ficción y realismo mágico)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEhf9sGfRx9xtDzYNZw_mqd4NnWWZPc5vVDxrJmCFIFu_3cMZkCqUUplxJtml5AJuSZVNY_BU1J3Yu4kiXUKTF1ixe1-xsUCCNa4j5ZwOCqZDRtpC9gC2IJxHdUrLA4u5HJkDklxk9f_8V/s1600-h/06317.jpeg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5431162177727568002" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEhf9sGfRx9xtDzYNZw_mqd4NnWWZPc5vVDxrJmCFIFu_3cMZkCqUUplxJtml5AJuSZVNY_BU1J3Yu4kiXUKTF1ixe1-xsUCCNa4j5ZwOCqZDRtpC9gC2IJxHdUrLA4u5HJkDklxk9f_8V/s400/06317.jpeg" style="display: block; height: 86px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 116px;" /></a><br />
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(Literatura de ficción)</div>
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La expulsión</div>
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La profundidad nerviosa movía y emergía pesadas basuras por la playa. Los bancos de arenas se desmoronaban y dejaban precipicios que los microorganismos vivos y muertos subían de repente impregnados en un objeto cilíndrico, cuya masa sonaba como metal contra los caracoles y piedras, embarrado de algas.</div>
La marea subía y empujaba, entre el agua y la arena, los restos perdidos. El objeto iba y venía de un lado a otro por su forma. Rodaba sin pararse en un lugar. Brincaba porque no se dejaba dominar después de varios siglos tragado por las arenas. Volvía a emerger por la corriente que quería echarlo fuera de su hábitat.<br />
Silbaba por los choques con otros desechos antiquísimos. Daba vueltas y se postraba, hasta que varias olas lo impulsaron hacia la orilla. Giraba y brillaba el cobre. Las puntas de las olas tendidas no lo rozaban, mientras el viento le hacía remolinear por la superficie arenosa. Aún sin brisa se movía.<br />
Quedaba tranquilo, pero a medida que el sol se encaramaba, un fulgor encandilaba la vista de dos pescadores.<br />
De lejos parecía un pez, de cabeza y cola, mutilado. Tenía la aproximación a una obra de arte. Los pescadores, después de amarrar el bote al muelle, se sintieron atraídos por el objeto. La pesca fue mezquina, pero uno de ellos lo vio y lo encestó junto a los pescados. El otro no le hizo caso y le criticó la carga inútil.<br />
Caminaron hacia el poblado, uno resignado, el otro esperanzado. Cada quien se desvió en pos de su hogar. El de la pesada carga comenzó a imaginarse el contenido del objeto, las manos no se unían al asirlo y la longitud no superaba media braza.<br />
En casa repartió la pesca con la familia y se llevó en la jaba el objeto. En el patio lo sacó y observó un sudor ferroso que espiraba. Buscó instrumentos para deformar la estructura. Le asestó golpazos hasta dejarle chichones y abolladuras. Lo agitó con brusquedad y esta vez desde la “barriga” parecían brincar monedas o joyas. Imaginó la más ambiciosa fantasía. Pero extenuado por el hambre, postergó la manera en que haría vomitar la entraña del objeto.<br />
Por la noche, después de la cena, miró al hallazgo que le refulgía una sombra extraña. Un gaseoso olor le hizo toser y lo ocultó en el cuarto de desahogo.<br />
Al despertarse recordó un sueño donde, por la tarde, un galeón español había encallado en los farallones y en la orilla distinguió a mujeres y hombres harapientos, contó a varios niños, y varios cuerpos inflados que las olas reventaban contra los dientes de perros, volvían a restregarlos y un color marrón teñía los alrededores; pero vio más: unos negros con taparrabos saltaban y gritaban alrededor de los blancos, mientras un negro vestido oraba mediante convulsiones arrítmicas en el mismo lugar donde encontraron el objeto cilíndrico.<br />
Fue hasta la playa y notó que había pescados reventados. Pensó en la contaminación del agua o que habría un tesoro en los bancos de arenas. Varios días repitió la inspección, pero no emergió nada.<br />
Habló con un biólogo marino y le explicó que cualquier hallazgo que se descubriera, pertenecía al patrimonio nacional porque estaba en la plataforma insular del país. Que si era de valor histórico tenía que devolverlo.<br />
Dejó de pescar. Día y noche pensaba en el objeto. Esperaba con inteligencia operarle el vientre. Consiguió una sierra. Pero los dientes del disco se le partían al más leve contacto con la piel de cobre. El motor no tenía potencia. Las huellas de los intentos por penetrarlo se pronunciaban más; sin embargo, el sonido a monedas seguía tintineando desde dentro.<br />
Buscó un berbiquí y observó que la punta del barreno echaba un humillo y desplegaba un olor a quemado. No podía penetrar el objeto. No había forma. Seguía con los deseos. La reserva del encuentro del hallazgo la mantenía con cautela. En cualquier instante podían decomisarle el regalo del mar.<br />
Desilusionado porque todavía no había abierto el objeto misterioso, decidió esconderlo quién sabe hasta que día.<br />
Pasaron años sin que no supiera el secreto. El hijo mayor iba a casarse. El pueblo lo esperaba en la calle. Adentro él terminaba de ajustarse la corbata. La novia estaba sentada en el auto junto con el padre. El objeto todavía brillaba con las abolladuras y chichones. El joven lo abrazó con las manos. Lo colocó encima de las piernas, cuyos extremos sobresalían. Alzó el martillo que hizo una curva en el aire. Cayó encima del objeto el peso exacto, el golpe definitivo... La detonación rajó las paredes como un movimiento telúrico.<br />
<span lang="ES-MODERN"><span lang="ES-MODERN"></span></span><br />
<a name='more'></a>El amigo vio expulsar fragmentos chispeantes que le vaciaron un ojo. Con uno, y ensangrentado, observó que recogían sesenta y cinco libras de carne de ciento setenta del joven. Recordó el mediodía que pasaron por la playa y a su compañero que cargó el objeto cilíndrico sin desconfiar de la devolución del mar “atorado con parásitos en los intestinos”.<br />
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Nota: este cuento también aparece en la popular revista digital Resonancias literarias, editada en Francia, <a href="http://resonancias.org/content/read/1225/la-expulsion-por-pedro-merino/">clic aquí</a> Pueden serguir leyendo más cuentos en <a href="http://www.smashwords.com/books/search?query=pedro+merino">Smahswords</a> y en <a href="http://www.amazon.es/s/ref=nb_sb_noss/280-8519186-4782308?__mk_es_ES=%C5M%C5Z%D5%D1&url=search-alias%3Daps&field-keywords=ebooks+de+pedro+merino">Amazón</a>. Que disfruten de su lectura.</div>
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Pedro Merinohttp://www.blogger.com/profile/12365215722587727135noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8497194274046521754.post-67613560469315055872007-08-26T12:58:00.000-07:002014-09-09T14:50:07.742-07:00Quinta de la Caridad (Novela)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTXbjuyCJ7T5_VNHcyWhJfNjC1y_eFU4hbIgDljnTHN1KC1Ow8Rzo6HEHWVo2yzbNWCN6LvogYSRC4VTbgiE5dnU9seE0iFH_hGwihuyVeifuMipTK32uHuVKgMMAZDrYd_NXeuHS9smnD/s1600-h/novela.jpg"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTXbjuyCJ7T5_VNHcyWhJfNjC1y_eFU4hbIgDljnTHN1KC1Ow8Rzo6HEHWVo2yzbNWCN6LvogYSRC4VTbgiE5dnU9seE0iFH_hGwihuyVeifuMipTK32uHuVKgMMAZDrYd_NXeuHS9smnD/s320/novela.jpg" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5445269459911930354" style="display: block; height: 320px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 214px;" /></a> Nota: para leer la reseña en El País, <a href="http://www.elpais.com/articulo/cultura/cubano/Pedro/Merino/gana/Premio/Juan/March/Cencillo/elpepicul/20040401elpepicul_4/Tes">pincha aquí</a> LITERATURA de FICCIÓN<br />
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<strong></strong><br />
<strong>Envié un solo ejemplar a ese certamen literario, donde pedían tres. Pagué 10 pesos cubanos en la oficina de correos de Belascoaín y Carlos III, en Ciudad de La Habana. No solo salió de Cuba, también llegó a España aquel ejemplar computadorizado, con errores y tachaduras, hasta que a principios de enero de 2004 pude enterarme, através de una llamada telefónica, que había obtenido ese premio.</strong><br />
<strong> </strong>Según informó la fundación Bartolomé March, la novela presenta un "estilo ágil y
vivaz, punteado de cubanismos sabrosos, toques fonéticos de distintas hablas
habaneras y referencias a costumbres y productos de la vida ordinaria local".
Fue seleccionada entre un centenar de obras.<br />
<br />
<strong>F</strong><strong>ragmentos de la novela Quinta de la Caridad, XI Premio de Novela Breve Juan March 2003, España (<a href="http://www.fundacionbmarch.es/">Fundación Bartolomé March</a>):</strong><br />
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Veitía se levantó del sillón y <span style="text-align: left;">fue hasta el librero y repasó con la vista el lomo de los libros. Extrajo títulos sugestivos sobre criminalística enviados por amigos de Europa Oriental. Las huellas, de S.R. Sámusev y El procesamiento de imágenes, de T.N. Selezniova, motivaron al oficial, sentado en el sillón.</span><br />
La esposa lo llamó para que cenara y Veitía detuvo sus ojos en el poste de alumbrado. Un bombillo iluminaba la esquina. Centró la vista en la circunferencia amarillenta que emitía la luz del bombillo. Parpadeó unos segundos, quedó medio cegato e imaginó que corría atrás de un asesino.<br />
La calle estaba húmeda; sin embargo, recordó que el día fue soleado para que lloviera de repente, cuando resbaló por un salidero albañal. Se levantó y vio al asesino atravesar un terraplén y ocultarse en un hierbasal. Veitía se dio cuenta que <span style="text-align: left;">no llovía porque el terraplén no le enfangaba los zapatos. Siguió persiguiendo al asesino y escuchó a su antiguo ayudante, rezagado, que le repetía que no se detuviera.</span><br />
Sin saber por qué su mente se perdía en esa ficción logró volver a la realidad.<br />
—Norberto –lo llamaba la esposa–, Norberto, ya hice el batido de mango.<br />
Veitía se levantó del sillón y fue hasta el comedor. Sentado a la mesa probó el batido con una cuchara. Al lado un plato con un pan con jamón y queso esperaba ser probado. Le dio un mordisco y supo que tenía hambre.<br />
En el ejercicio de masticar, comenzó a reproducir su último caso de homicidio. Chicha era una voz clave, cerca del lugar del crimen. Bajó el mordisco de pan con jamón y queso con un sorbo de batido. La comida ligera le hacía más bien que la pesada por la avanzada noche. El programa Prismas estaba a punto de acabarse, mientras meditaba acerca de la operación policial ejecutada antes del asesinato, del Delegado de la circunscripción que manejaba datos privados y de un informante desaparecido.<br />
A cada rato Veitía viraba el cuello hacia el televisor. Un cortometraje respecto a un preso que coordinaba la fuga de la prisión con el sepulturero lo entretuvo durante unos minutos. El preso que deseaba fugarse le pidió al sepulturero que lo sacara del ataúd en el cementerio.<br />
Veitía, entre un pensamiento y otro, mordisqueaba la merienda. Ya el preso salía de la prisión y sentía que bajaban <span style="text-align: left;">el ataúd con sogas a unos tres metros y a los granos de tierra que lo cubrían. El acuerdo era que el sepulturero lo desenterrara por la madrugada y desclavara el ataúd, todo </span><span style="text-align: left;">ello a cambio de mil dólares; sin embargo, pasaban los minutos, la media hora y, a punto de rebasar la hora, el preso vivo sintió el malestar de la estrechez del ataúd debido al preso muerto que aplastaba.</span><br />
Veitía volvió a mordisquear la merienda y en fracciones de segundos se trasladó hacia la Quinta de la Caridad, mucha gente freía carne de puerco, mientras cinco hombres comenzaban un altercado. El caso estaba claro: era uno de ellos, pero por el escaso alumbrado, Chicha no le pudo decir con exactitud quién fue el asesino.<br />
Tan cansado estaba el preso de esperar a que el amigo lo desenterrara y desclavara el ataúd, cuando, de pronto, encendió un fósforo y se viró para ver a su compañero: ¡era el sepulturero!<br />
El programa Prismas terminó y el Noticiero Nacional de Televisión ocupó la pequeña pantalla. Veitía se levantó y apagó el televisor. Tragó el último sorbo de batido y disminuyó el dulzor con unos traguitos de agua al abrir el refrigerador y pegar sus labios al pomo.<br />
Avistó el reloj y pensó en las ocho horas de descanso. La esposa lo llamaba desde el cuarto y Veitía le dijo que iba a despertar a los muchachos, mientras caminaba hacia ella. Pasó el cuarto de los hijos y la hija tosía. Veitía abrió la puerta y la vio dormida. Cerró la puerta y se dirigió a su cuarto.<br />
— ¿Qué tenía? –preguntó la esposa.<br />
—Nada, tosió un poco.<br />
—Por la noche la vi preocupada... los exámenes de ingreso a<br />
la Universidad.<br />
—Sí, la tensión –dijo Veitía–, también la tuve.<br />
—Estás raro, ¿un nuevo caso de...?<br />
—Más o menos.<br />
—No sé por qué siempre me doy cuenta.<br />
—Porque las mujeres son chismosas.<br />
La esposa espiró una burla y se quitó la bata, sentada en la cama. Los senos quedaron empinados hacia Veitía.<br />
— ¿No me vas a a t e n d e r, querido?<br />
—Como no, siempre tengo reservas.<br />
La esposa se levantó y la bata cayó al suelo, discriminada por los pies que la patearon contra la pared.<br />
— ¡Oh... eres una Maja desnuda! –exclamó Veitía.<br />
—Todavía me falta... –ella le señaló el blúmer.<br />
Veitía dio la vuelta y se le acercó. La esposa estaba de pie y él se agachó y le fue bajando el blúmer con los dientes, sin usar las manos. En esos instantes ningún pensamiento saboteaba al investigador de homicidios. Ni el asesino tras el cual corría hace un rato ni el cortometraje de Prismas. La Quinta de la Caridad no existía en su conciencia, ni su jefe, el coronel Pupo. Una vez que el blúmer se deslizó por los muslos y bajó a más velocidad por las piernas y cayó en los pies, la esposa lo condenó en compañía de la bata.<br />
El criminalista se desvistió sin contratiempo, mientras la esposa lo contemplaba:<br />
—Ay, mi amor, qué fuera de mí... no sabes la falta que me haces.<br />
Veitía se frotaba los testículos con las manos y por la pinga comenzaba a circular la sangre y a inflarla.<br />
—Yo no puedo creer, querido, que me haya metido eso.<br />
—Chúpamelo.<br />
La esposa se sentó en la cama y Veitía, de pie, le facilitó la succión. Sintió el lengueteo y el cerebro y el corazón se le<br />
desesperaron. Las piernas le temblaron y varios chorros de "leche" salpicaron a la esposa por el cabello, por un ojo, y le bajaron por el rostro y le cayeron goticas en los muslos. Ella se revolvió la "leche" por la cara y lo agarró por las manos y él se le fue encima.</div>
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Tras un respiro el peso del criminalista le propició un placer con movimientos dentro de la vagina. De boca a boca intercambiaron besos, salivas, mientras ella le arañaba la espalda con suavidad y empujaba las piernas de él hacia su "coño" mediante ayes afirmativos y frases ininteligibles.<br />
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Por momentos ella estaba debajo, luego él se viraba y ella cabalgaba un armónico baile sin más música que el silencio y repasaba con meneos los cuatro puntos cardinales: norte, sur, este y oeste, encima del marido.</div>
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El criminalista volvió a eyacular después de una hora y dio paso a la tranquilidad de su cuerpo brevemente. La esposa quedó vencida. Lo besó y comenzaron a conversar en estado de vigilia, tapados con la sábana.<br />
—Pipo, ¿te vas temprano?<br />
—A penas amanezca.<br />
—Ay, recuérdame a qué edad fue tu primera vez.<br />
—A los diez años, mima.<br />
— ¿A los diez? –se viró asombrada hacia él.<br />
—Ella me "violó".<br />
—Y tú quisiste, ¿no?<br />
—A esa edad qué no iba a querer, mi amor.<br />
—Nunca me dijiste eso.<br />
—Fue en una escalera.<br />
—No chives.<br />
—Verdá que sí. Y de pie.<br />
— ¡Contrá, entonces te caíste!<br />
—Ya empezaste con la mala idea.<br />
—No, tú sabes, cuando te "vienes"...<br />
—Eso no sucedió porque terminamos en el piso.<br />
—A ver, ¿y todas las mujeres son iguales por ahí?<br />
—Claro que no... algunas la tienen anchas; otras, estrechas.<br />
Hicieron una pausa.<br />
—Norberto, estoy preocupada.<br />
—Por qué.<br />
—Tu hijo anda con fulas.<br />
— ¡No me jodas, pues que los suelte!<br />
—Creo que se los cambia a un extranjero.<br />
— ¿De dónde? ¿Quién es?<br />
El criminalista se destapó el tronco, se echó hacia atrás y pegó la espalda a la cabecera de la cama. Se pasó las manos por la cabeza, sintió frialdad por la espalda y volvió a taparse junto con la esposa.<br />
—Es un estudiante extranjero, pero de otra carrera.<br />
— ¿Y qué hace con los fulas, mami?<br />
—Ay, no sé, Norberto, creo que compra jabones y los vende en el campo.<br />
—El no tiene necesidad de eso, mima, lo van a coger y voy a pasar tremenda pena.<br />
"Voy a pasar pena... voy a pasar pena", se amplificaba en la mente de Veitía.</div>
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Nota: Pueden seguir leyendo esta novela en <a href="http://www.smashwords.com/books/search?query=pedro+merino">Smahswords</a> y en <a href="http://www.amazon.es/s/ref=nb_sb_noss/280-8519186-4782308?__mk_es_ES=%C5M%C5Z%D5%D1&url=search-alias%3Daps&field-keywords=ebooks+de+pedro+merino">Amazón</a>.<br />
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Pedro Merinohttp://www.blogger.com/profile/12365215722587727135noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-8497194274046521754.post-47414469251673729172007-08-25T14:35:00.000-07:002014-08-03T17:29:15.519-07:00MINICUENTO & POESÍA<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpcM1NzejZM5iS7AC0irjRJLq5NIzvWAQTbPmNXkxjxXIm4s2pZjsMN5UuVC0hF_WucE9HsAXEy3yyUpgchNpzau4tmqVV0ayzLlSX4uVN-7BazH4YBGIOc50ksDAv1CZzINYRSLZaOSpw/s1600-h/chzg1240209818874.jpg"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpcM1NzejZM5iS7AC0irjRJLq5NIzvWAQTbPmNXkxjxXIm4s2pZjsMN5UuVC0hF_WucE9HsAXEy3yyUpgchNpzau4tmqVV0ayzLlSX4uVN-7BazH4YBGIOc50ksDAv1CZzINYRSLZaOSpw/s400/chzg1240209818874.jpg" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5435646002287501602" style="display: block; height: 228px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 228px;" /></a><br />
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(Literatura de ficción)</div>
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El bolso</div>
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En un parque jugaban ajedrez. Una mujer caminaba sin preocupaciones. Un hombre se le acercaba. Los jugadores charlaban al final de la partida. Entre las discusiones de los ajedrecistas, unos gritos y forcejeos les viraron el cuello a los testigos. ¡Quién te dijo que salieras! ¡Puta, dame acá, te voy a enseñar a respetar...! La mujer, sin comprender la situación, lloraba en un banco. Un jugador se le acercó: ¿Qué te pasa, mi´ja? ¿A mí…? Yo... no lo conozco...Mientras el hombre se alejaba con un bolso.<br />
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Nota: cuento publicado por la revista Somos Jóvenes, junio de 2003, La Habana, Cuba. Este cuento se encuentra disponible en la compilación de cuentos Giros del deseo, en AMAZON.<br />
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Del poemario Ancho de colores, disponible en AMAZON</div>
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Parte 1. Arcos de reflejos</div>
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3</div>
<div align="center" class="MsoPlainText" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Si miro
alrededores destello que se aleja<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoPlainText" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">en cada oral
margino unos arcos de reflejos<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoPlainText" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">me voy perdido
siempre entre los surcos<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoPlainText" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">reparo casi todo
desde afuera<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoPlainText" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">y siento no
tenerle como veo:<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoPlainText" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">la entraña de
mirar hasta empotrarse<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoPlainText" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">el cielo que rizó
sobre su cuerpo.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoPlainText" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Que nado su camino por un sueño<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div align="center" class="MsoPlainText" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">perenne
todavía inanimado.<o:p></o:p></span></div>
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Pedro Merinohttp://www.blogger.com/profile/12365215722587727135noreply@blogger.com3