...La anciana apenas vio aquel cuadro de depredadores
alrededor del miquito, comenzó a ¨ladrar¨ como esos perros. Quería que
desistieran de su empeño, en asustar y acabar a mordiscos al miquito que
deliraba tumbado en el suelo.
¡Eah, gritaba la anciana,
apártense del monito, malvados…,y no lo muerdan! ¡Eah! ¡¡Eah!!
…Grruuu, le gruñía el perro
guía, gruuu, váyase, no es asunto suyo…grruuu.
Los perros no tenían intenciones de obedecerla. Mientras
más le gritaba la anciana, más se acercaban al monito.
La anciana optó por otra táctica: empuñó su bastón. Le
apuntaba a los perros. Así estuvo durante más de media hora. El miquito dejó de
moverse. El jefe de la manada de perros se retiró y sus secuaces fueron tras su
cola.
En verdad la anciana no comprendía por qué se habían ido
los perros. No habían logrado morder al
monito y abandonaban a su presa.
Cuanto estuvo más cerca del miquito, con su bastón empezó a
palpar al monito. No le vio un rastro de sangre. Había acabado de cerrar sus
ojitos. La anciana no sabía si para siempre. Con la compasión de madre se
agachó y lo tomó en sus brazos. Aquel miquito no pesaba ni un kilo, ni una
libra. Se estaba muriendo. Peor aún: deliraba por una enfermedad llamada
hambre.
Claro que la anciana no sabía de lo que sufría el miquito.
De lo contrario, sería muy difícil que hubiera cargado con ese monito
delgaducho.
Lo envolvió en una sudadera que llevaba puesta. Durante
varios días había estado lloviendo. El sereno, muy fuerte por aquellos días,
había traído un brote de gripa en los humanos. Los miquitos y otros animales
también sufrían de otras enfermedades, aparte de la que aquejaba al ejemplar que cargaba la
anciana. Solo que esa enfermedad se curaba con alimentos.
Una criatura
más, repetía la anciana, que nada
molesta...
FRAGMENTO de Susel:
De pronto vio que no se
encontraban atrapados. Aquellos pajaritos no se encontraban atrapados, y que
realmente estaban construyendo un nido en aquel muro colapsado por los vientos
que había traído la tempestad.
A la curiosa Susel le
llamó la atención lo que su mamá estaba haciendo. Había buscado en el bodegón
de la casa unas trampas y venenos contra
las ratas.
Oh, sí, repetía Susel, es veneno.
Lo sabía porque su papá
había colocado trampas en el sótano de la casa que estaba levantada sobre
bloques.
No, mamá, le dijo, cuidado que no son ratas.
¿Qué dices, mi niña?
La mamá le hizo poco caso
a la niña. Se dirigió hacia el patio para colocar las trampas:
Seguro caerán, decía, ratones mugrientos.
Susel se fue tras ella y
le dijo:
Que no, mamá, son pajaritos.
¿Pajaritos, mi niña?
Sí, mamá.
Terminó por señalarle a
dos pajaritos que habían reanudado el vuelo...
5 comentarios:
Siempre he visto lugares comunes o frases de otros autores y pregunto si... es possible evitarlos ?
Claro que es posible evitarlos, yo trato de ser original, pero Horacio Quiroga dijo que ¨imites si el influjo es muy fuerte¨. De todas formas hay semejanzas y diferencias también, a veces escribo ideas que se parecen pero son mías. Todos podemos transformar las ideas o la influencias de otros autores, claro está , hay que respetar las originales, y esos lugares comunes se pueden evitar igualmente, hay que seguir puliendo las ideas propias para que no se comparen o se parezcan a esos ¨lugares comunes¨ que conocemos en la literatura de ficción. Gracias y saludos desde este blog.
Pequeños misterios infantiles de los curiosos paseos por el jardin de Susel que nos invita a la contemplacion y el amor a la naturaleza al igual que la bella historia de Miquito. Les invito a disfrutarlas tanto como yo, con corazon de niños.
Concéntrate en la historia y te gustarán...
Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor ambiente, por favor comuníquese con el Dr. ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com también puede llamar o WhatsApp +2348052394128
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