...Sin darse cuenta Tato bajó
hasta esa rama. Volvía a preguntarle a Tita:
¿Cómo
te llamas, preciosa? Recuerda que no debes posarte encima de esas jaulas.
Parecía que Tato jamás iba a
llamarle la atención a Tita, quien seguía mirando hacia la jaula, y más aún,
hacia su interior, donde había alimentos difíciles de conseguir.
Tita comenzó a revolotear
encima de una de esas jaulas. Con sus patitas se aferró a una parte frontal de
la jaula. Intentaba con su pico comer del alimento que se encontraba esparcido
dentro de esa jaula. Pero no llegaba con su pico.
Aleteó un poco y llegó a la
cima de la jaula y se posó. Tita sintió un vacío similar a la fuerza de la
gravedad. Era una fuerza que la atraía
como un imán. Parecía que se la tragaba.
Al tocar el fondo de la jaula con sus patitas no se dio cuenta que
estaba encerrada. La cantidad de alimentos le fascinaba.
Comenzó a picar y a tragar
cuanto veía. Cuando ya a su buche no le cabía un grano quiso volar entre los barrotes. Quería beber
agua de un río que se veía detrás de unos árboles.
Entonces, Tato, muy triste, se
acercó a la jaula y le dijo a Tita:
¿Ya ves? Si me hubieras escuchado no estarías así
¿Qué yo hago aquí?, ayúdame a salir.
Te voy
a ayudar, expresó Tato, pero dime cómo te llamas.
Me llamo Tita, ¿y tú?
A mí me dicen Tato.
Bueno, ya sabes mi nombre. Ahora sácame de aquí.
Pero Tato no podía hacer nada
por Tita. El cazador acababa de regresar. Portaba varias jaulas en un carro. La
última jaula que colocó en el vehículo
fue la de Tita. Esa bella azuleja se sentía más triste que antes. Se veía diferente. Solo que ahora era Tita la
que llamaba a Tato...
FRAGMENTO de El pájaro gris:
...Cuando estuvo lo suficientemente cerca del pájaro
gris, unos rayos de sol le encandilaron la vista. Pero pudo asirse a un gajo.
Ahorró calma, y así fue como pudo ver a
otro pájaro gris que se movía mucho menos que su compañero. Se estaba
disecando.
Raulito pudo ver que las patas de uno de los pájaros se encontraban
firmemente asidas a una rama. Aquello impedía que se cayera del árbol. ¿Sería su compañera? Apenas circulaba esa idea
en su cabeza.
Con mucho trabajo logró descender del árbol. Los
amiguitos se quedaron tartamudos al verlo otra vez caminar junto a ellos.
Bueno,
le dijeron, cuéntanos qué viste.
A otro pájaro que estaba más quieto; no se movía; eran
dos.
¿No se movía?, se preguntaron sus amiguitos.
Aunque tenía los ojos así como...
¿Los ojos...? ¿Qué más, Raulito, qué más viste?
Creo que no me vieron. No, creo que uno no veía.
¿Un pájaro ciego, Raulito?
No sé, caballeros, parece que se estaba disecando y
brillaban menos sus plumas.
Esa misma tarde Raulito le contó a su hermanita
Janniela su proeza. Se había quedado boquiabierta al escuchar a su hermanito.
¿Y por
qué... por qué no se movía el otro pájaro?
Casi no veía, Janniela, no tenía ojos, no parecía
tenerlos.
Oh, qué miedo... un pájaro sin ojos.
Cada vez que visitaban el parque, caminaban alrededor
de aquel árbol. Le daban varias vueltas para buscar un ángulo que les permitiera ver a los dos pájaros: a uno que
apenas se movía y a otro completamente inmóvil...
5 comentarios:
LA verdad esos fragmentos son más emotivos solo que el languaje es muy sencillo, no significa pobre, vaya...uuhh?
Ya lo expliqué en otro comentario, el lenguaje sencillo es para que me entienda ese lector joven, el más joven, que es el niño. También empleo un lenguaje sencillo en mis cuentos para adultos, pero no creo que sea pobre. El lenguaje sencillo atrapa más, sobre todo en el género cuento de ficción, claro está, y eso no tiene nada de pobreza en el lenguaje, todo lo contrario, es para que tenga gancho, para que la historia fluya mejor, sea entendida. Gracias por el comentario, saludos.
Echarnos a volar con las alas de la imaginacion tras las aventuras de Tita y Tato; o contemplar la tarde sobre lago arrullados por el canto del pajaro gris. Esto y mas podemos vivir al penetrar en estas historias.
Las ilustraciones se apoyan en el lenguaje y ayudan al lector para enterder las historias
Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor ambiente, por favor comuníquese con el Dr. ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com también puede llamar o WhatsApp +2348052394128
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